Entrevista con Mons. Bernard Tissier de Mallerais

Fuente: Distrito de México

Con ocasión del vigésimo quinto aniversario del dies natalis del arzobispo Mons. Marcel Lefebvre, fundador de la Fraterniad Sacerdotal de San Pío X (FSSPX), Mons. Bernard Tissier de Mallerais, obispo auxiliar de la FSSPX, ha tenido la amabilidad de responder a las preguntas que le hemos planteado.

Monseñor, usted fue uno de los primeros entre nosotros que conoció y siguió a Mons. Lefebvre. Además, es usted su biógrafo. ¿Qué le evoca Mons. Lefebvre, 25 años después de su muerte? ¿Cuál fue su principal “consigna”?

El nombre de Mons. Lefebvre evoca en mi memoria al hombre dulce y humilde de corazón, y a la vez al prelado fuerte y violento, de esa violencia de la cual dice el Señor que quienes la usan se apoderan del reino de los cielos. Su consigna fue, sin lugar a dudas, su divisa episcopal “Credidimus caritati: nosotros hemos creído en el amor.” Él quería decir con san Juan: “Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor” (1 Jn 4, 16), o asimismo, con el Adeste Fideles de Navidad: Sic nos amantem, quis non redamaret?, lo cual significa: “A quien tanto nos amó ¿quién no le amará a su vez?”

Toda su vida fue, pues, cuestión de dar o devolver a Dios amor por amor: desde su vocación sacerdotal a los 17 años, hasta su muerte como excomulgado. El cardenal Oddi, que le conocía, decía de él: “¡Amó demasiado a la Iglesia!”, es decir: llevó el amor de la Iglesia y de nuestro Señor al extremo, exponiéndose a las censuras eclesiásticas más graves, suspensión y excomunión, para salvar el sacerdocio y la permanencia del santo sacrificio de la misa en la Iglesia. Siguió a su divino Maestro: “Propter nimiam caritatem qua dilexit nos Deus…: A causa de la caridad excesiva con que Dios nos amó…” (antífona de las vísperas del 1º de enero).           

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