Ordenes menores y toma de sotana en Zaitzkofen - Alemania

Fuente: Distrito de México

Los que han recibido la sotana

Los pasados 1 y 2 de febrero, Mons. de Galarreta dio la sotana a siete seminaristas de primer año y confirió la tonsura y las órdenes menores a otros seminaristas en nuestra seminario de Alemania.

La toma de la sotana

La primera ceremonia que marca profundamente a los seminaristas es la toma de la sotana. En ese día, concretan su don total a Nuestro Señor Jesucristo con el abandono definitivo del hábito secular, revistiéndose con el hábito eclesiástico.

Además de su valor simbólico, la sotana es al mismo tiempo una protección para el que la lleva y un valioso medio de apostolado.

La tonsura

Aunque la toma de sotana sea un acontecimiento importante para el seminarista, la tonsura lo es aún más, porque conduce a la clericatura, consagrándolo a los ministerios divinos, introduciéndolo en la jerarquía de la Iglesia y preparándolo así a la recepción de las órdenes sagradas.

La Iglesia, fundada por Jesucristo, es una sociedad perfecta, siempre viva y fecunda, que capta a sus propios miembros y se perpetúa a sí misma. Siendo esencialmente una y jerárquica, se compone de clérigos y de laicos, de superiores y de subordinados, gobernados por los obispos, que a su vez se someten a la autoridad del Sumo Pontífice.

 

Los que han recibido las ordenes menores

Las órdenes menores

1º El ostiario

La primera de las órdenes menores es el ostiariado. Confiere el cargo de abrir y cerrar la iglesia, de apartar de ella a las personas indignas, y de guardar los vasos, ornamentos sagrados, etc.

La virtud especial que requiere es el celo por la casa de Dios y las almas. Durante la ordenación, el ostiario recibe del obispo las llaves, símbolo de la casa de Dios y de todo lo que encierra, puesto que es el guardián de ella; y toca la campana, porque su función al servicio del Cuerpo Místico es la de llamar a los fieles a las ceremonias sagradas.

2º El lector

La segunda orden menor es la de lector. El lector tiene como función leer los libros sagrados, sobre todo en el oficio de Maitines, y enseñar el catecismo. Puede también bendecir el pan y los frutos nuevos.

Sus virtudes especiales son el amor y el estudio de las Escrituras, así como el celo por la santificación de los fieles. Se requiere una fe profunda para cumplir santamente estas funciones. Durante la ordenación, el lector toca el libro de las lecturas divinas, como signo de su nueva misión.

3º El exorcista

La tercera orden es la de exorcista. Otorga, sobre todo, el poder de arrojar a los demonios del cuerpo de los posesos, e igualmente de alejarlo de los fieles. Sus virtudes particulares son la pureza de corazón y la mortificación de las pasiones. El exorcista toca el libro de los exorcismos, símbolo de su función.

4º El acólito

La cuarta orden menor es la de acólito. El acólito participa de modo mucho más cercano en la santa misa, que es la finalidad principal del sacramento del Orden, sirviendo a los ministros sagrados el vino y el agua en el altar. Tiene que esforzarse por llevar una vida casta según la grandeza del ministerio que ejerce. Al tocar las vinajeras, recibe cierto poder sobre las ofrendas que lleva al altar.