Tercera Orden de San Pío X

Formada por miembros laicos de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X que se santifican especialmente a través de su devoción al Santo Sacrificio de la Misa. 

Con el fin de hacer participar a todos los Católicos, Sacerdotes o laicos, del espíritu de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, en 1980 se fundó su Tercera Orden. Ésta ayuda a la santificación personal, asociando a sus miembros a la vida de la Fraternidad, bajo el patronazgo del Papa San Pío X, ejemplo de firmeza en la doctrina, de pureza en las costumbres y de devoción eucarística.

La Tercera Orden es de alguna manera la familia de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, con un reglamento de vida, amistad y ayuda mutua Católicos.

Fundación y misión

La Tercera Orden de San Pío X fue fundada el 1° de noviembre de 1980 por Mons. Marcel Lefebvre para los fieles que, animados por el deseo de su santificación personal, quieran unirse de una manera especial a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X . Los miembros deben aspirar a la santidad y esforzarse por trabajar para la salvación de otras almas; en primer lugar la de las personas que les han sido confiadas.

Mons. Lefebvre escribe en los Estatutos:
 

La santificación en el mundo actual se obtiene en un mundo que se opone a ella mediante errores y herejías sutiles, introducidos en todos los medios Católicos bajo el nombre de modernismo.

Ahora bien, el Papa San Pío X fue beatificado por haber denunciado valerosamente estos errores modernos y mostrado el ejemplo de la santidad en la firmeza de la doctrina, la pureza de las costumbres y la devoción al Sacrificio eucarístico.

Este santo Papa es por lo tanto el indicado para ser el modelo de las almas que desean santificarse en nuestro tiempo.

La unión con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X

La Tercera Orden, animada por el mismo espíritu, unida a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, está espiritualmente a cargo de un Sacerdote de la Fraternidad en cada distrito.
 

Los capellanes de la Tercera Orden son designados por los Superiores de los distritos y aprobados por el Superior General.

Los miembros de la Tercera Orden participan de las gracias de la Fraternidad, adquiridas por las oraciones y los méritos de sus miembros.

El espíritu de la Tercera Orden

El espíritu de la Tercera Orden es el que anima a la Fraternidad Sacerdotal, es decir, el espíritu de la Iglesia, su fe viva que se manifiesta por toda su Tradición, su magisterio infalible, expresado y expuesto en el catecismo del Concilio de Trento, en la Vulgata, en las enseñanzas del Doctor Angélico, en la liturgia de siempre.

Espíritu de adhesión a la Iglesia Romana, a los Papas, a los Obispos, espíritu de obediencia a las autoridades de la Iglesia según su fidelidad al propósito de su cargo, que no es otro que el de difundir la fe Católica y el Reinado de Nuestro Señor. Espíritu de la vigilancia a todo lo que puede corromper la fe. Devoción tierna y filial a la Madre de Dios –según el espíritu de San Luis María Grignion de Montfort–, a San José y a San Pío X. Redescubrir la importancia capital del santo Sacrificio de la Misa y de su misterio para encontrar en él el sentido y la fuente de la vida cristiana, de una vida de sacrificio y de corredención.

Obligaciones personales

Los ejercicios espirituales siguientes son necesarios en la actualidad para aspirar sinceramente a la santidad.

Diariamente

  • Oraciones de la mañana y de la noche, que pueden ser Prima y Completas o las oraciones del libro de los retiros (Manual del Ejercitante)
  • Recitación del santo rosario
  • Asistencia a la Misa de siempre y Comunión si es posible, o un cuarto de hora de oración

Semanalmente: Asistencia a la Misa de siempre y no a la misa del Novus Ordo, debido al peligro de adquirir un espíritu protestante

Cada quince días: De ser posible, recibir el sacramento de la Penitencia, o como mínimo una vez al mes

Cada dos años: Asistir a un retiro

Consejos prácticos

  • Lecturas recomendadas: Las actas San Pío X, el catecismo del Concilio de Trento, el Nuevo Testamento, la Imitación de Cristo, las vidas de los Santos. Difundir las buenas lecturas
  • Ayuno en las Témporas, en las Vigilias, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo Abstinencia los viernes de Cuaresma y todos los viernes del año
  • Abstenerse de la televisión y de toda lectura indecente; practicar la sobriedad y acceso libre y sin protección a Internet

Obligaciones familiares

Observar, en un espíritu de sumisión a Nuestro Señor, las leyes del matrimonio con el fin de tener una familia numerosa. Renunciar absolutamente a cualquier acción posible con el fin de no tener hijos

Hacer de la casa familiar un santuario consagrado a los Corazones de Jesús y de María, en donde se recite por lo menos en la noche la oración en familia y de ser posible el rosario; en donde reine la vida litúrgica por los domingos y las fiestas de la Iglesia; en donde se rechace todo lo que pueda empañar las almas de los hijos: televisión, revistas indecentes, etc.

Escoger escuelas realmente educadoras y tradicionales y contribuir a su fundación

Ser prudente al elegir las diversiones y los lugares para vacacionar

Obligaciones profesionales y sociales

Seguir el ejemplo de la Sagrada Familia y cumplir con sus deberes de justicia y de caridad,  ya sea empleador o empleado

Fomentar y defender el Reinado social de Nuestro Señor Jesucristo en la sociedad; combatir el liberalismo y el modernismo, flagelos de los tiempos modernos que entregan la Iglesia a los enemigos.

Condiciones de admisión

Todos los Católicos pueden ser admitidos: Sacerdotes, laicos y jóvenes que acepten el espíritu de la Tercera Orden.

En la confusión actual de la fe, sobre todo se pide a los terciarios una fidelidad incondicional a la fe Católica perenne y al santo Sacrificio de la Misa. Se espera igualmente de los miembros de la Tercera Orden el sentido de la vida comunitaria, la lealtad y la confianza en ser dirigidos por la Fraternidad San Pío X.

¿Cómo se hace uno miembro de la Tercera Orden?

Si usted se interesa y desea dejarse formar en el espíritu de la Tercera Orden y participar de sus frutos espirituales, éstos son los pasos a seguir:

  • Inscripción: La solicitud se dirige al Sacerdote a cargo de la Tercera Orden o al Superior de Distrito. El Sacerdote envía en respuesta una hoja con algunas preguntas. Entonces, si la solicitud es aprobada, él envía una copia de la ficha de inscripción.
  • Postulantado de un año: En el transcurso del cual se examinan la fidelidad del postulante en cumplir sus obligaciones y su adhesión al espíritu de la Tercera Orden.
  • Compromiso: El postulante, durante una ceremonia, pronuncia su compromiso ante el Sacerdote delegado. Recibe entonces la medalla, el crucifijo y su tarjeta de miembro de la Tercera Orden.