La belleza de la liturgia católica

Fuente: Distrito de América del Sur

Misa solemne en nuestra iglesia de República Dominicana

Las hermosas ceremonias que se celebran en las iglesias de todo nuestro Distrito son el testimonio más vivo de la fe católica, tan defendida por la FSSPX. Acceda a las distintas galerías de videos y fotos para ilustrar este artículo que nos enseña el valor de las ceremonias de la Iglesia.

Ceremonias en las iglesias de nuestro Distrito

Como el sacrificio de nuestro Señor está en el corazón de la Iglesia, en el corazón de nuestra salvación y en el corazón de nuestras almas, todo lo que se relaciona con el santo sacrificio de la misa nos toca profundamente a cada uno de nosotros personalmente.1

El fin de la Fraternidad es el sacerdocio y todo lo que se le relaciona… orientar y realizar la vida del sacerdote hacia lo que es esencialmente su razón de ser: el santo sacrificio de la misa con todo lo que él significa, todo lo que de él procede, todo lo que lo complementa.2

Entre los cuidados propios del oficio pastoral, no solamente de esta Cátedra… sino también de toda iglesia particular, sin duda uno de los principales es el de mantener y procurar el decoro de la casa del señor… Nada, por consiguiente, debe ocurrir en el templo que turbe, ni siquiera disminuya, la piedad y la devoción de los fieles; nada que dé fundado motivo de disgusto o escándalo; nada, sobre todo, que directamente ofenda el decoro y la santidad de los sagrados ritos…3

Siguiendo estas palabras de nuestro fundador y de nuestro santo patrono, la FSSPX se esfuerza por darle al santo sacrificio de la misa y a la liturgia, expresión pública de nuestra fe católica, el lugar principal en la vida espiritual de los sacerdotes y de los fieles.

Ya desde el seminario, los futuros sacerdotes se forman en el esplendor de las ceremonias litúrgicas. Los momentos más importantes de la vida del seminarista tienen lugar dentro de la iglesia del Seminario, donde el formador es nuestro Señor mismo. Alimentados de la vida litúrgica, recibirán de la misma Iglesia el fortalecimiento en todas las virtudes para ser verdaderos soldados de Cristo que, consagrados a Él para toda la vida, se consumirán, como las velas del altar, por la gloria de Dios y la salvación de las almas. La FSSPX pone todo su esfuerzo en estos primeros años de entrega a Dios, en el aprendizaje de los distintos oficios litúrgicos que serán la señal del verdadero amor que los sacerdotes deben tener por el santo sacrificio de la misa para el cual son ordenados.

Letanías de los santos en la iglesia de la Inmaculada Concepción del Seminario de La Reja, Buenos Aires

"Jam non dicam", canto litúrgico al final de las ceremonias de ordenación sacerdotal

Una vez ordenado, el sacerdote de la FSSPX deberá volcar todo lo aprendido, en el priorato en que le toque ejercer su apostolado.

En nuestro distrito hay desde grandes iglesias a pequeñas capillas. En más de una ocasión, en algún centro de misa humilde y desconocido, se celebran con el mayor decoro posible, las ceremonias heredadas por dos mil años de tradición y que han engendrado tantos santos en la Iglesia Católica.

¿Acaso no es el altar el centro de todas las basílicas y de todas las iglesias? Es el altar del sacrificio y no una simple mesa para una comida, ni simplemente una mesa para fraccionar o distribuir la comunión, sino el altar del sacrificio.4

También es nuestro insistente deseo recomendar el decoro que debe reinar en los sagrados templos y altares. Que cada uno se sienta animado por aquello: “el celo de tu casa me ha consumido” y por eso esfuércese para que, aunque no llame la atención ni por la riqueza ni por su esplendor, sin embargo, todo cuanto pertenezca a los edificios sagrados, a los ornamentos y a las cosas del servicio de la liturgia, aparezca limpio y en consonancia con su fin, que es el culto a la divina majestad.5

Galería de imágenes de nuestras Iglesias y Capillas

  • 1Mons. Lefebvre, homilía en Ecône, 29 de junio de 1982.
  • 2FSSPX, Estatutos, II De sodalitii fine, 1-2.
  • 3San Pío X, Motu proprio Tra le sollecitudini, introducción.
  • 4Monseñor Lefebvre, Retiro, Avrillé, 18 de octubre de 1989.
  • 5Pio XII, Mediator Dei n°232.

Misa dominical en nuestra iglesia de Asunción del Paraguay

La música sagrada

En todos nuestros lugares de culto, unos más suntuosos, otros más humildes, suena una sola y única voz que no es otra que la voz del amado, Cristo, que con su santa esposa, la Iglesia, canta hasta que declina el día y caen las sombras.1 El Canto Gregoriano es, por excelencia, la música sagrada de la liturgia católica, que se escucha en cada una de nuestras iglesias.

El sacrificio de nuestro Señor está en el corazón de la historia de la humanidad para santificarla toda entera, llevarla a Dios y hacerle cantar sus alabanzas y su gloria.2

Como parte de la liturgia solemne, la música sagrada tiende a su mismo fin, el cual consiste en la gloria de Dios y la santificación y edificación de los fieles. Por consiguiente, la música sagrada debe tener en grado eminente las cualidades propias de la liturgia… debe ser santa y, por lo tanto, excluir todo lo profano… debe tener arte verdadero… debe ser universal… Se hallan en grado sumo estas cualidades en el canto gregoriano, que es, por consiguiente, el canto propio de la Iglesia romana, el único que la Iglesia heredó de los antiguos padres… 3

Misa en nuestra iglesia de Mendoza

Oficio de Tinieblas en la misma iglesia

Misa en nuestra capilla de Lima, Perú

Misa en nuestra capilla de Martínez, Buenos Aires

La Iglesia quiere también aprovechar los talentos de los fieles. En cada uno de nuestros prioratos, poco a poco, se van formando coros de fieles elegidos para ocuparse del canto durante las ceremonias y, donde las condiciones lo permiten, también la polifonía clásica pasa a formar parte del repertorio musical sagrado de nuestras ceremonias, siempre, claro está, que se dé al Canto Gregoriano el lugar principal en la liturgia.

Las supradichas cualidades se hallan también en sumo grado en la polifonía clásica, especialmente en la de la escuela romana, que en el siglo XVI llegó a la meta de la perfección con las obras de Pedro Luis de Palestrina… La polifonía clásica se acerca bastante al canto gregoriano, supremo modelo de toda música sagrada… 4

Pieza polifónica, "Alma Redemptoris Mater" en nuestra iglesia de Mendoza

Pieza polifónica, "Sicut cervus" en nuestra iglesia de Mendoza

Tampoco están excluidas, guardando el decoro y el respeto por la casa de Dios, las piezas musicales clásicas acompañadas con los instrumentos permitidos por la Iglesia, para destacar algunas ceremonias más solemnes que otras, por la importancia de la fiesta que se celebra.

La Iglesia ha reconocido y fomentado en todo tiempo los progresos de las artes, admitiendo en el servicio del culto cuanto en el curso de los siglos el genio ha sabido hallar de bueno y bello, salva siempre la ley litúrgica, por consiguiente, la música más moderna 5 se admite en la Iglesia, puesto que cuenta con composiciones de tal bondad, seriedad y gravedad, que de ningún modo son indignas de las solemnidades religiosas.

Pieza clásica tocada por los miembros del coro de nuestra Iglesia de Asunción del Paraguay

Los grupos de acólitos

No sólo el canto adorna las ceremonias litúrgicas, todo el servicio del altar colabora con nuestro deber de dar a Dios lo mejor que tenemos. A los bellos ornamentos, a las flores del altar, a los gloriosos cánticos se suma también un factor importantísimo dentro de la liturgia: los acólitos. En la FSSPX se da una gran importancia a los niños que ayudan en misa, tienen ciertamente un lugar de honra en la Iglesia y desde muy pequeños aprenden a servir en el santo sacrificio de la misa con mucha piedad, devoción y respeto. La Cofradía San Esteban, que crece día a día en muchos de nuestros prioratos, es un ejemplo del amor a la casa de Dios que tienen los niños desde su más tierna edad.

Una de las características de la Fraternidad será el respeto a las almas bautizadas y tratar con respeto las cosas sagradas, en particular todo lo que se refiere a la acción sagrada por excelencia, el santo sacrificio de la misa.6

Para este fin será utilísimo elegir algunos niños piadosos, de todas las clases de la sociedad y bien instruidos, que con desinterés y buena voluntad sirvan devota y asiduamente al altar; misión que los padres, aunque sean de la más alta y más culta sociedad, deben tener a gran honra.7

Galería de imágenes de nuestros grupos de acólitos

Nuestras iglesias, consagradas al culto divino, se convierten así en lugares donde las almas se edifican, se elevan a Dios y lo glorifican uniendo sus sacrificios al sacrificio de nuestro Señor Jesucristo. Siempre que se entra en una iglesia de la FSSPX, grande o pequeña, queda claro que ella verdaderamente no es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo.8

Tenéis que amar  cada vez más la casa de Dios… por esto tenemos que procurar que esos lugares sean lugares que los fieles puedan amar y venerar para que, cuando entran en ellos, tengan el sentido de la grandeza de Dios. Esmerémonos en adornar la casa de Dios y hacerla digna del que vive en ella.9

Consagración de nuestra iglesia de Santiago de Chile

Misa de consagración de la iglesia de Santiago

  • 1Cantar de los Cantares II, 17.
  • 2Monseñor Lefebvre, Retiro Pascual, Ecône, 15 de abril de 1984.
  • 3San Pío X, Motu proprio Tra le sollecitudini, nros. 1, 2 y 3.
  • 4San Pío X, Motu proprio Tra le sollecitudini, n°4.
  • 5Moderna para 1903. Se trata de la música clásica compuesta en la época.
  • 6Cor Unum, 4 de junio de 1981, pág. 56.
  • 7Pio XII, Mediator Dei n° 245.
  • 8Génesis 28, 17.
  • 9Monseñor Lefebvre, carta del 25 de marzo de 1963 a los miembros de la congregación del Espíritu Santo.